domingo, 26 de febrero de 2012

Subida al cerro


Ayer fue un día espectacular. Junto con algunos chicos de la red de Jóvenes de la congregación fuimos a escalar un cerro. La verdad no lo conocíamos y no teníamos claro cuál era el camino correcto. Solo sabíamos cuál era nuestra meta, y que teníamos que llegar a ella. Debíamos llegar a la pequeña cueva que se logra ver arriba. El único antecedente con el que contábamos era con que unos amigos ya habían llegado ahí anteriormente. (El camino que parece que estamos tomando en la foto parece fácil, fue el segundo que tomamos, pero tuvimos que cambiarlo porque no era el más apropiado)

Fue un camino de fe, confianza y compañerismo.

El objetivo de esta actividad era conocer de una forma gráfica, cómo funciona la fe en nuestras vidas, pero llegamos aun más allá de eso. Lo cierto es que pudimos sentir en dos horas, lo que es una vida cristiana en su totalidad. Tenemos un objetivo que debemos perseguir, pero en el camino habrá obstáculos que pueden desanimarnos, Aún así, todo es posible cuando nos tomamos de la mano de Dios. Debimos cambiar de camino dos veces y seguimos tres caminos diferentes en total. Las personas que íbamos liderando el grupo y guiando el camino, fuimos capaces de ceder la responsabilidad a aquellos que demostraron capacidades idóneas y una disposición de ayuda, servicio y liderazgo. 

Cada cual tomó su rol según estaba a su alcance, sin que nadie tuviera que dar una orden. Así se identifica un liderazgo en el reino, un liderazgo que es reconocido y no impuesto, que nace del propio corazón como un acto de amor y responsabilidad para con los que necesitan de una guía.

Ni uno solo de los jóvenes fue ignorado o dejado atrás. La unión fue un mensaje constantemente presente a lo largo del trayecto. Pudimos ver cómo la mano poderosa de Dios nos acompañó en cada paso, y todos los riesgos que pudimos correr fueron considerados mucho antes por su corazón, y su inmensa misericordia nos guardaba de todo peligro.

La fe es la certeza de lo que se espera, y la convicción de lo que no se ve. Pero implica perseverancia, confianza y mucha paciencia. Aunque a veces los planes no salen como lo esperábamos, debemos confiar en que la voluntad de Dios es perfecta, buena y agradable, y no nos dejará caer, mas sus planes serán cumplidos en nuestra vida inexorablemente cuando tomamos la decisión de seguirlo.

Pudimos haber decidido cambiarnos a un cerro más fácil de escalar y con menos peligros, pero nuestra meta era clara y no descansaríamos hasta llegar a ella. Y aunque a la distancia el camino parece fácil y sin complicaciones, cuando estás ahí, en el lugar, ves las paredes rocosas empinadas que no sabes cómo subir, y sientes cómo se desliza la tierra bajo tus pies haciéndote retroceder cuando intentas avanzar. Estando solo, sería imposible haber llegado. Fue el apoyo mutuo el que lo permitió.

Cuando intentas ir toda tu vida confiando solo en tus fuerzas, no llegarás lejos, y si lo haces, llegarás sin fuerzas para disfrutar de tus victorias. El corazón orgulloso y altivo se aparta, y no busca de ayuda, pero el corazón humilde que logra reconocer su necesidad de apoyo, será socorrido al instante y podrá llegar alto, con suficientes energías como para poder disfrutar del paisaje y de lo que ha obtenido. Cuando confiamos en Dios, Él nos llena de su paz y nos deja entrar en Su gozo.

Vimos a amigos luchando contra las paredes empinadas del cerro sin poder avanzar ni retroceder, pero cuando vimos sus cuerpos rendidos, cansados y ya sin poder seguir tratando, acudimos a su auxilio para levantarle y ayudarle a seguir adelante.


Hoy no me importa conseguir una redacción atractiva, ni un texto poético, analítico y reflexivo, sólo compartir de lo que en mi corazón quedó de esta hermosa experiencia juntos.

Sin Dios nada somos, pero tomados de su mano y confiando en sus fuerzas, todo es diferente.


Esta es una de mis fotos favoritas, en pleno atardecer, ya descendiendo del cerro, después de haber alcanzado la meta, después de las caídas, de los sustos, y de las heridas. Y hasta el último minuto, jamás le faltó a alguien una mano de ayuda estirándose para ofrecer su servicio, en un acto permanente de amor. 

Gracias Dios por tu respaldo, tu protección, tu  fidelidad y tu inmenso amor para con tus hijos.

1 comentario:

 
Licencia de Creative Commons
This obra by http://aking-mahal.blogspot.com/ is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.